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Dios según Jaime Sabines

By : Unknown

Me encanta Dios.Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega, y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe con las manos.
Nos ha enviado a algunos tipos excepcionales como Buda, o Cristo, o Mahoma, o mi tía Chofi, para que nos digan que nos portemos bien. Pero esto a él no le preocupa mucho: nos conoce. Sabe que el pez grande se traga al chico, que la lagartija grande se traga a la pequeña, que el hombre se traga al hombre. Y por eso inventó la muerte: para que la vida – no tú ni yo – la vida, sea para siempre. Ahora los científicos salen con su teoría del Big Bang… Pero ¿que importa si el universo se expande interminablemente o se contrae? Esto es asunto sólo para agencias de viajes.
A mi me encanta Dios. Ha puesto orden en las galaxias y distribuye bien el tránsito en el camino de las hormigas. y es tan juguetón y travieso que el otro día descubrí que ha hecho frente al ataque de los antibióticos con ¡bacterias mutantes! Viejo sabio o niño explorador, cuando deja de jugar con sus soldaditos de plomo de carne y hueso, hace campos de flores o pinta el cielo de manera increíble. Mueve una mano y hace el mar, y mueve la otra y hace el bosque. Y cuando pasa por encima de nosotros, quedan las nubes, pedazos de su aliento. Dicen que a veces se enfurece y hace terremotos, y manda tormentas, caudales de fuego, vientos desatados, aguas alevosas, castigos y desastres. Pero esto es mentira. Es la tierra que cambia- y se agita y crece- cuando Dios se aleja. Dios siempre está de buen humor. Por eso es el preferido de mis padres, el escogido de mis hijos, el más cercano de mis hermanos, la mujer mas amada, el perrito y la pulga, la piedra mas antigua, el pétalo mas tierno, el aroma más dulce, la noche insondable, el borboteo de luz, el manantial que soy. A mi me gusta, a mi me encanta Dios. Que Dios bendiga a Dios.

Jaime Sabines

Biografías: Jaime Sabines

By : Unknown

Jaime Sabines Gutiérrez (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 25 de marzo de 1926 - Ciudad de México; 19 de marzo de 1999) fue un poeta y político mexicano.

Jaime Sabines es considerado uno de los grandes poetas mexicanos del siglo XX. En vida, tuvo un asombroso éxito entre los lectores, y tras su muerte, su obra ha quedado sembrada en la tradición poética de nuestro tiempo.1

Biografía

Su padre, Julio Sabines, nació en el Líbano y emigró con sus padres y sus dos hermanos a Cuba. En 1914 se trasladó a México, donde participó en la Revolución. En Chiapas conoció a Luz Gutiérrez Moguel, nieta de Joaquín Miguel Gutiérrez, militar y gobernador del estado en cuyo honor la capital estatal, Tuxtla Gutiérrez, lleva su nombre. Tuvieron tres hijos: Juan, Jorge y Jaime.2
Julio Sabines, un hombre sencillo y trabajador, fomentó en su hijo el gusto por la literatura. El mismo Sabines habla de él como una de las razones por las cuales se dedicó a escribir poesía. En el poema Algo sobre la muerte del mayor Sabines -mismo que el poeta reconocía como su mejor creación- Sabines nos habla de la muerte de su padre, pero más que eso, también de la importancia que tuvo éste en su vida.1
Su padre murió el 30 de octubre de 1961 y, tan sólo cinco años después, en 1966, murió su madre. El duelo ante la muerte de la madre, de nuevo, aparece en su escritura en su poema Doña Luz.1
En 1945 viajó a la Ciudad de México para comenzar sus estudios como médico. Mientras estudiaba, se dio cuenta que la carrera de medicina no era para él; poco después comenzó su carrera como escritor. Regresó a Chiapas por una corta temporada y estuvo trabajando en la tienda de telas El Modelo, propiedad de su hermano Juan, en donde escribió su célebre poema Tarumba.2
En 1953, de nuevo en la Ciudad de México, se casó con Josefa «Chepita» Rodríguez Zebadúa, con quien tuvo cuatro hijos: Julio, Julieta, Judith y Jazmín.2 En este mismo año, trabajando durante el día como vendedor de tela, escribía poesía. Un hombre sencillo, vivía como la gente común, inserto en la cotidianidad urbana:1
Me sentía humillado y ofendido por la vida; ¿cómo era posible que estuviese en aquella actividad, la más antipoética del mundo? Después de dos o tres años comencé a ser humilde, a decirme: 'que se vaya al carajo el poeta'.1
Con el tiempo, obtuvo reconocimiento entre sus contemporáneos y sus lectores. Fue becario del Centro Mexicano de Escritores, de 1964 a 1965 y obtuvo el Premio Chiapas, otorgado por El Ateneo de Ciencias y Artes de Chiapas, en 1959. En 1972, recibió el Xavier Villaurrutia; el Elías Sourasky en 1982; el Premio Nacional de Ciencias y Artes Lingüísticas y Literatura en 1983; la presea Ciudad de México en 1991, la medalla Belisario Domínguez en 1994, y en 1996, le otorgaron el Premio Mazatlán de Literatura.1
Fue un poeta reconocido y querido por sus lectores y laureado por los críticos y estudiosos de las letras. Del 28 de junio al 1 de agosto de 1986 se realizaron varios eventos en su honor. En 1991, se celebró el Encuentro de Poesía Jaime Sabines, y cuando el poeta cumplió los 70 años, el gobierno del Distrito Federal organizó un homenaje.1
Falleció el 19 de marzo de 1999 en la Ciudad de México, tras varios años de enfermedades, a la edad de 72 años.2

[editar]El poeta

Sus primeros pasos por la poesía fueron Introspección, A mi madre, Siento que te pierdo y Primaveral, los anteriores fueron publicados en el periódico El Estudiante, una publicación de las sociedades estudiantiles de la Escuela Normal y de la Preparatoria de Tuxtla Gutiérrez.2
En 1949 regresa a la Ciudad de México para ingresar a la licenciatura en «Lengua y literatura española» en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Fue alumno de Julio Torri, Agustín Yáñez, José Gaos y Eduardo Nicol. Entre sus compañeros de clase, destacan los nombres de Emilio Carballido, Sergio Magaña, Sergio Galindo, Rosario Castellanos y Ramón Xirau.1 La generación de Jaime Sabines -poetas, novelistas, dramaturgos, se reunía en un taller literario con Efrén Hernández. De éste Sabines comenta:
Convivir con ellos y el estudio de la carrera me hizo poeta en el sentido técnico [...]. Me di cuenta de que tenía que evolucionar, aprender cosas nuevas para no quedarme atrás.1
Entre sus influencias literarias se cuentan Ramón López Velarde, Rafael Alberti, Aldous Huxley, James Joyce3 , y en mayor medida Pablo Neruda.
—¿Se daba cuenta de las influencias que se apoderaban de su escritura o no las percibía? —¡Claro que me daba cuenta de que esos poemas no eran míos! Son obras de García Lorca o son obras de Neruda, me decía a mí mismo. Pero poco a poco empecé a escribir cosas diferentes... fui notando que ya era una voz propia que se iba abriendo paso entre tantas influencias.
(Ana Cruz, «La poesía es un destino»)
En 1949 publicó Horal, su primer poemario. Carlos Pellicer le ofreció prologar la edición, pero Sabines rechazó la oferta pues deseaba que su obra se afirmara en méritos propios, y no en prestigios ajenos.2 En 1951 es publicado su libro titulado La Señal. En el año de 1952 regresa a Chiapas debido a que su padre sufre un accidente, por lo tanto no puede terminar su carrera. Sin embargo, en 1952 aparece su libro Adán y Eva, su primera incursión en la poesía en prosa, del que afirmó:
Yo quería hacer una poesía lo más independiente de las palabras, que resistiera cualquier traducción y es a través de la prosa, -cuyo ritmo es el que más se acerca al de la sangre- donde se consigue mejor.
En 1954 se publicó uno de sus libros, quizá el menos entendido en su país y el más apreciado fuera de él, Tarumba. Sabines sufre un accidente al caer por una escalera, en él se rompió una pierna y se fracturó la cadera, con lo que dio comienzo una vida de sufrimiento y de dolor.
Después de siete años de vivir en Tuxtla, regresa a la Ciudad de México en donde escribe Diario Semanario. En el año de 1966 muere su madre, Doña Luz Gutiérrez, y en 1967 se publica la primera edición de Yuria.
Jaime Sabines era conocido como «El francotirador de la literatura» por pertenecer a un grupo que transformaba la literatura en realidad. Sus escritos se basaron en su presencia en diversos lugares cotidianos como la calle, hospitales, patios, etcétera.4

[editar]El político

Fue diputado federal por el I Distrito Electoral Federal de Chiapas a la L Legislatura de 1976 a 1979 y diputado en el Congreso de la Unión en 1988 por el Distrito Federal. En ocasión de su fallecimiento, el entonces presidente de México, Ernesto Zedillo, lo calificó como uno de los más importantes poetas del país en el siglo XX.5 En uno de sus poemas transmitió la impresión que sobre su propia actividad política tenía:
Estoy metido en política
Estoy metido en política otra vez.
Sé que no sirvo para nada, pero me utilizanY me exhiben
«Poeta, de la familia mariposa-circense,atravesado por un alfiler, vitrina 5».
(Voy, con ustedes, a verme)

[editar]Obra poética publicada

  • Horal (1950)
  • La señal (1951)
  • Adán y Eva (1952)
  • Tarumba (1956)
  • Diario semanario y poemas en prosa (1961)
  • Poemas sueltos (1951-1961)
  • Yuria (1967)
  • Tlatelolco (1968)
  • Maltiempo (1972)
  • Algo sobre la muerte del mayor Sabines (1973)
  • Otros poemas sueltos (1973-1994)
  • Nuevo recuento de poemas (1977)
  • Los amorosos: cartas a Chepita (2009).

[editar]Premios recibidos

 

La frase Justa

By : Unknown

Espero curarme de ti en unos días.
    Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible.
    Siguiendo las prescripciones de la moral en turno.
    Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

    ¿Te parece bien que te quiera nada más una semana?
    No es mucho, ni es poco, es bastante.
    En una semana se puede reunir todas las palabras de amor
    Que se han pronunciado sobre la tierra y
    Se les puede prender fuego.
    Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado.
    Y también el silencio. Porque las mejores palabras de amor
    Están entre dos gentes que no se dicen nada.

    Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral
    Y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero
    Cuando digo: "qué calor hace", "dame agua",
    "¿Sabes manejar?", "se hizo de noche"
    Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías,
    Te he dicho "ya es tarde", y tú sabías que decía "te quiero").

    Una semana más para reunir todo el amor del tiempo.
    Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras:
    Guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura.
    No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana
    Para entender las cosas. Porque esto es muy parecido
    A estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.
Jaime Sabines

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