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El Museo Thyssen muestra 50 obras del movimiento hiperrealista desde 1967 hasta hoy.
By : Unknown
A finales de los años 1960 surgió en Estados Unidos un grupo de artistas que pintaban con gran
realismo objetos y escenas de la vida cotidiana utilizando la fotografía como base para la realización de
sus obras. La consagración del movimiento tuvo lugar en la Documenta de Kassel en 1972. La
exposición que presenta ahora el Museo Thyssen‐Bornemisza plantea, por primera vez, una antología
del Hiperrealismo desde los grandes maestros norteamericanos de la primera generación, como
Richard Estes, John Baeder, Tom Blackwell, Don Eddy, Ralph Goings o Chuck Close, a su continuidad en
Europa y al impacto en pintores de generaciones posteriores, hasta la actualidad. El Hiperrealismo no
es un movimiento cerrado; hoy, más de cuarenta años después de su aparición, continúan en activo
muchos de los pioneros del grupo y nuevos artistas utilizan la técnica fotorrealista en sus creaciones.
Herramientas ymotivos han evolucionado o cambiado con eltiempo pero, con su increíble definición y
nitidez, las obras hiperrealistas continúan fascinando al público.
A finales de los años 1960 surgió en Estados Unidos un grupo de artistas que pintaban con gran
realismo objetos y escenas de la vida cotidiana utilizando la fotografía como base para la realización de
sus obras. La consagración del movimiento tuvo lugar en la Documenta de Kassel en 1972. La
exposición que presenta ahora el Museo Thyssen‐Bornemisza plantea, por primera vez, una antología
del Hiperrealismo desde los grandes maestros norteamericanos de la primera generación, como
Richard Estes, John Baeder, Tom Blackwell, Don Eddy, Ralph Goings o Chuck Close, a su continuidad en
Europa y al impacto en pintores de generaciones posteriores, hasta la actualidad. El Hiperrealismo no
es un movimiento cerrado; hoy, más de cuarenta años después de su aparición, continúan en activo
muchos de los pioneros del grupo y nuevos artistas utilizan la técnica fotorrealista en sus creaciones.
Herramientas ymotivos han evolucionado o cambiado con eltiempo pero, con su increíble definición y
nitidez, las obras hiperrealistas continúan fascinando al público
realismo objetos y escenas de la vida cotidiana utilizando la fotografía como base para la realización de
sus obras. La consagración del movimiento tuvo lugar en la Documenta de Kassel en 1972. La
exposición que presenta ahora el Museo Thyssen‐Bornemisza plantea, por primera vez, una antología
del Hiperrealismo desde los grandes maestros norteamericanos de la primera generación, como
Richard Estes, John Baeder, Tom Blackwell, Don Eddy, Ralph Goings o Chuck Close, a su continuidad en
Europa y al impacto en pintores de generaciones posteriores, hasta la actualidad. El Hiperrealismo no
es un movimiento cerrado; hoy, más de cuarenta años después de su aparición, continúan en activo
muchos de los pioneros del grupo y nuevos artistas utilizan la técnica fotorrealista en sus creaciones.
Herramientas ymotivos han evolucionado o cambiado con eltiempo pero, con su increíble definición y
nitidez, las obras hiperrealistas continúan fascinando al público
Paisajes urbanos, escaparates, restaurantes de comida rápida, últimos modelos de coches, relucientes motocicletas, máquinas de pinball, juguetes de hojalata, botes de kétchup,…fragmentos de la vida cotidiana, escenas banales y artículos de consumo convertidos en motivo artístico. Los principales asuntos que ocupan el interés de los pintores hiperrealistas están tomados del mundo que lesrodea, de su
propio entorno personal, dando visibilidad a lo cotidiano a través de su pintura.
Motivosintrascendentes que captan primero a través de la fotografía y que despuéstrasladan al lienzo
mediante un laborioso proceso, utilizando diversos recursos técnicos, como la proyección de
diapositivas o el sistema de trama. Son obras generalmente de gran formato, pintadas con tal
precisión y exactitud que los propios lienzos producen una impresión de calidad fotográfica, pero
realizadas mediante un proceso creativo completamente opuesto a la inmediatez de la instantánea
fotográfica.
Considerada como una forma objetiva de documentar el mundo, desde su invención, el uso de la
fotografía como punto de partida de la pintura fue una práctica habitual de muchos pintores, aunque
pocos lo reconocían. Tras la utilización pionera de la serigrafía por los artistas pop, como Warhol o
Rauschenberg, fueron los primeros hiperrealistas los que empezaron a usar la fotografía sin reparos,
convirtiéndola así en un instrumento “legítimo”. Partían a veces de fotos de revistas o periódicos pero
pronto empezaron a captar ellos mismos las imágenes, una o varias que luego fusionaban en el
cuadro. Las escenas tridimensionales se transforman en bidimensionales y quedan privadas de
cualquier emoción; son instantes de realidad congelados en el tiempo y a menudo también sin la
presencia de seres humanos. Lesfascinan lassuperficies metálicas de cristales y espejos que permiten
recrearse en lasimágenes deformadas de susreflejos.
La fotografía como punto de partida y como aparente resultado final, pero no como objetivo; en ningún caso el pintor hiperrealista aspira a competir con ella, su motivación es completamente diferente. Sus obras parecen reproducirla realidad pero, de hecho,se trata de una nueva realidad gráfica creada por el pintor. A través de ella empezaron a plantearse determinados problemas en torno a la percepción de la realidad:se interrogan por cuestiones con la objetividad y la autenticidad de las imágenes, o sobre cómo la fotografía ha cambiado la forma de ver y de relacionarse con elmundo.
Los pioneros delHiperrealismo reflexionan sobre todo ello y lo convierten en eltema de sus cuadros, y
lo hacen trabajando de forma más o menos aislada. A comienzos de los años 1960, en la Costa Oeste
norteamericana, Robert Bechtle empieza a producir los primeros cuadros auténticamente
fotorrealistas; casi al mismo tiempo, Richard Estes comienza en Nueva York a trabajar en sus
característicos escaparates y paisajes urbanos, Chuck Close pinta susfamososretratos y, la únicamujer
de este grupo de pioneros, Audrey Flack,realiza sus primerostrabajos basados en fotografías.
Fragmentos ampliados de la realidad, de objetos, personas o lugares
Esta primera generación de hiperrealistas es casi exclusivamente norteamericana; trabajan unos en la
Costa Este, básicamente en Nueva York, o en la costa de California. Con algunas particularidades,sus
temas muestran el estilo de vida americano, “the american way of life”, imágenes de la vida cotidiana,
artículos de consumo y vehículosson lostemasmásrepresentativos.
Automóviles, motocicletas, camiones, auto‐caravanas…, los vehículos significan movilidad, libertad y, por tanto, son una parte muy representativa de la sociedad estadounidense y de cómo se ve a sí misma. Además, los materiales utilizados en carrocerías, llantas o parachoques y los reflejos que se producen al recibir la luz les resultan fascinantes. David Parrish resalta sus relucientessuperficies que reflejan losrayos delsol; para Tom Blackwell la motocicleta es un objeto de culto y pinta detalles y fragmentos concretos muy ampliados; Ron Kleemann traslada su interés a los grandes vehículos agrícolas y camiones; Don Eddy se interesa durante un tiempo por el legendario Escarabajo, centrándose en representar la superficie reflectante de su carrocería; Ralph Goings pinta furgonetas y auto‐caravanas, además de sus famosos restaurantes de comida rápida;Jonh Saltse concentra en desguaces de coches….
El juego de la luz incidiendo sobre las superficies pulidas protagoniza también otro de sus temas predilectos, el bodegón. Objetos cotidianos sin mayor relevancia, como juguetes y máquinas expendedoras (Charles Bell),grupos de alimentos (Ben Schonzeit), artículos de consumo y
objetos personales(Audrey Flack).
Reflejos también en fragmentos de la vida moderna en la ciudad: Robert Cottingham se interesa por los anuncios comerciales y los rótulos luminosos; Richad Estes por los reflejos en escaparates, cabinas telefónicas y automóviles; John Baeder pinta el exterior de restaurantes de comida rápida, mientras que Ralph Goings prefiere las imágenes de su interior. También el mundo rural de Estados Unidos está representado en la obra de algunos hiperrealistas, principalmente los que trabajan en la Costa Oeste; como Richard McLean, que pinta a los cowboys y cowgirls modernos; Jack Mendenhall que se interesa por el ambiente de los hogares estadounidenses de los sesenta; o Robert Bechtle centrado en plasmar
instantáneas del día a día de la clasemedia estadounidense.
Y de la vida cotidiana al retrato, siempre de personas próximas al círculo del artista y autorretratos.
Chuck Close essu mayorrepresentante,se retrata a sí mismo y a amigos a tamaño superior al natural,
utilizando un sistema de retícula; son rostros que miran al espectador sin ningún tipo de emoción ni
movimiento. También al suizo Franz Gertsch, que trabaja aislado de sus colegas norteamericanos, le
atrajo el género del retrato. Junto al británico John Salt, son los únicos hiperrealistas de la primera
generación no estadounidenses, aunque Saltse traslada en los años 1960 a Nueva York. Porsu origen
y por la elección de motivos ambos contribuyeron a la internacionalización del movimiento,
característica que marcará el desarrollo de la segunda generación de pintores hiperrealistas, junto a la
introducción de algunasinnovacionestecnológicas y compositivas.
De lo personal al anonimato, paisajes urbanos de gran formato
Atraídos igualmente por plasmar la realidad cotidiana, los artistas de la segunda generación hiperrealista, que trabaja en los años 1980 y 1990, muestran un mayorinterés portrasladar al lienzo las fotografías con el máximo rigor en los detalles, incorporando a su trabajo las enormes posibilidades que les brindan las nuevas tecnologías digitales y fotográficas. Se alejan de lo pequeño y se centran en paisajes urbanos de
grandes dimensiones, uno de sus temas preferidos y para el que utilizan con frecuencia el formato panorámico. El italiano Anthony Brunelli fotografía los modelos con un objetivo gran angular, uniendo después varias imágenes en el lienzo; pinta así vistas urbanas de los diversos países en los que trabaja. Robert Gnieweck se siente atraído por los paisajes urbanos principalmente al atardecer o de noche, le fascinan los espectáculos de luz nocturnos; Davis Cone lo hace con lassalas de cine, dentro y fuera de la ciudad; y el francés Bertrand Meniel, a pesar de su origen,se interesa de nuevo porlas grandes ciudades estadounidenses.
Los avances tecnológicos se notan en el resultado final de las obras, con una apariencia de mayor
nitidez y detallismo. La escasa presencia de la figura humana, característica por otro lado bastante
frecuente en el Hiperrealismo, aumenta la impresión de frialdad y distanciamiento. Rod Penner utiliza
cámaras digitales de alta resolución y Don Jacot pinta plazas y lugares urbanosfamosos porser muy concurridos, pero él los representa sin apenas presencia alguna de la figura humana.
Absoluta nitidez, mayor precisión que la del ojo humano Los artistas actuales, la tercera generación de hiperrealistas, trabajan con las cámaras digitales más modernas y consiguen llevar la pintura realista a otra dimensión, creando experiencias visuales completamente nuevas. Las imágenes digitales aportan más información que las reveladas a partir de un negativo; en particular, la nitidez de los contornos y la alta definición convierten Anthony Brunelli. El Arno al atardecer, 2007.
Roberto Bernardi se centra enbodegones, Raphaella Spence toma fotografías desde helicópteros o rascacielos, Peter Maier seinteresa fundamentalmente por la representación de superficies y Ben Johnson por las arquitecturas,realizando después numerosos dibujos con la ayuda del ordenador. La ciudad y sus habitantessiguen
centrando la atención de artistas, como el norteamericano RobertNeffson o el británico CliveHead.
FICHADE LA EXPOSICIÓN
Título:Hiperrealismo 1967‐2012
Organiza: The Institutfür Kulturaustausch (Instituto para el Intercambio Cultural de Alemania).
Sedes y fechas:Tubinga, Kunsthalle, del 8 de diciembre de 2012 al 10 de marzo de 2013; Madrid, Museo
Thyssen‐Bornemisza, del 22 de marzo al 9 de junio de 2013; Birmingham Museum & Art Gallery, del 30 de noviembre de 2013 al 30 demarzo de 2014.
Comisario:Otto Letze, director del Institutfür Kulturaustausch.
Coordinación: BlancaUría, Área de Conservación del Museo Thyssen‐Bornemisza.
Número de obras: 50
Publicaciones: catálogo, ediciones en español e inglés
INFORMACIÓNPARA ELVISITANTE
Dirección:Museo Thyssen‐Bornemisza. Paseo del Prado 8. 28014, Madrid.
Horario: de martes a domingo, de 10.00 a 19.00 horas. Sábados, de 10.00 a 21.00 horas. Último pase una
hora antes del cierre.
Tarifas:
Exposición temporal:
‐ Entrada general: 8 €
‐ Entrada reducida: 5,50 € para mayores de 65 años, pensionistas, estudiantes previa acreditación y
familias numerosas.
‐ Entrada gratuita: Menores de 12 años y ciudadanos en situación legal de desempleo.
Exposición temporal + Colección Permanente:
‐ Entrada general: 12 €
‐ Entrada reducida: 7,5 €
‐ Entrada gratuita:menores de 12 años y ciudadanos en situación legal de desempleo.
Venta anticipada de entradas en taquillas, en la web del Museo y en el 902 760 511.
Másinformación:www.museothyssen.org
Audio‐guía, disponible en variosidiomas.
INFORMACIÓNPARA PRENSA
http://www.museothyssen.org/microsites/prensa/2013/hiperrealismo/index.html
propio entorno personal, dando visibilidad a lo cotidiano a través de su pintura.
Motivosintrascendentes que captan primero a través de la fotografía y que despuéstrasladan al lienzo
mediante un laborioso proceso, utilizando diversos recursos técnicos, como la proyección de
diapositivas o el sistema de trama. Son obras generalmente de gran formato, pintadas con tal
precisión y exactitud que los propios lienzos producen una impresión de calidad fotográfica, pero
realizadas mediante un proceso creativo completamente opuesto a la inmediatez de la instantánea
fotográfica.
Considerada como una forma objetiva de documentar el mundo, desde su invención, el uso de la
fotografía como punto de partida de la pintura fue una práctica habitual de muchos pintores, aunque
pocos lo reconocían. Tras la utilización pionera de la serigrafía por los artistas pop, como Warhol o
Rauschenberg, fueron los primeros hiperrealistas los que empezaron a usar la fotografía sin reparos,
convirtiéndola así en un instrumento “legítimo”. Partían a veces de fotos de revistas o periódicos pero
pronto empezaron a captar ellos mismos las imágenes, una o varias que luego fusionaban en el
cuadro. Las escenas tridimensionales se transforman en bidimensionales y quedan privadas de
cualquier emoción; son instantes de realidad congelados en el tiempo y a menudo también sin la
presencia de seres humanos. Lesfascinan lassuperficies metálicas de cristales y espejos que permiten
recrearse en lasimágenes deformadas de susreflejos.
La fotografía como punto de partida y como aparente resultado final, pero no como objetivo; en ningún caso el pintor hiperrealista aspira a competir con ella, su motivación es completamente diferente. Sus obras parecen reproducirla realidad pero, de hecho,se trata de una nueva realidad gráfica creada por el pintor. A través de ella empezaron a plantearse determinados problemas en torno a la percepción de la realidad:se interrogan por cuestiones con la objetividad y la autenticidad de las imágenes, o sobre cómo la fotografía ha cambiado la forma de ver y de relacionarse con elmundo.
Los pioneros delHiperrealismo reflexionan sobre todo ello y lo convierten en eltema de sus cuadros, y
lo hacen trabajando de forma más o menos aislada. A comienzos de los años 1960, en la Costa Oeste
norteamericana, Robert Bechtle empieza a producir los primeros cuadros auténticamente
fotorrealistas; casi al mismo tiempo, Richard Estes comienza en Nueva York a trabajar en sus
característicos escaparates y paisajes urbanos, Chuck Close pinta susfamososretratos y, la únicamujer
de este grupo de pioneros, Audrey Flack,realiza sus primerostrabajos basados en fotografías.
Fragmentos ampliados de la realidad, de objetos, personas o lugares
Esta primera generación de hiperrealistas es casi exclusivamente norteamericana; trabajan unos en la
Costa Este, básicamente en Nueva York, o en la costa de California. Con algunas particularidades,sus
temas muestran el estilo de vida americano, “the american way of life”, imágenes de la vida cotidiana,
artículos de consumo y vehículosson lostemasmásrepresentativos.
Automóviles, motocicletas, camiones, auto‐caravanas…, los vehículos significan movilidad, libertad y, por tanto, son una parte muy representativa de la sociedad estadounidense y de cómo se ve a sí misma. Además, los materiales utilizados en carrocerías, llantas o parachoques y los reflejos que se producen al recibir la luz les resultan fascinantes. David Parrish resalta sus relucientessuperficies que reflejan losrayos delsol; para Tom Blackwell la motocicleta es un objeto de culto y pinta detalles y fragmentos concretos muy ampliados; Ron Kleemann traslada su interés a los grandes vehículos agrícolas y camiones; Don Eddy se interesa durante un tiempo por el legendario Escarabajo, centrándose en representar la superficie reflectante de su carrocería; Ralph Goings pinta furgonetas y auto‐caravanas, además de sus famosos restaurantes de comida rápida;Jonh Saltse concentra en desguaces de coches….
El juego de la luz incidiendo sobre las superficies pulidas protagoniza también otro de sus temas predilectos, el bodegón. Objetos cotidianos sin mayor relevancia, como juguetes y máquinas expendedoras (Charles Bell),grupos de alimentos (Ben Schonzeit), artículos de consumo y
objetos personales(Audrey Flack).
Reflejos también en fragmentos de la vida moderna en la ciudad: Robert Cottingham se interesa por los anuncios comerciales y los rótulos luminosos; Richad Estes por los reflejos en escaparates, cabinas telefónicas y automóviles; John Baeder pinta el exterior de restaurantes de comida rápida, mientras que Ralph Goings prefiere las imágenes de su interior. También el mundo rural de Estados Unidos está representado en la obra de algunos hiperrealistas, principalmente los que trabajan en la Costa Oeste; como Richard McLean, que pinta a los cowboys y cowgirls modernos; Jack Mendenhall que se interesa por el ambiente de los hogares estadounidenses de los sesenta; o Robert Bechtle centrado en plasmar
instantáneas del día a día de la clasemedia estadounidense.
Y de la vida cotidiana al retrato, siempre de personas próximas al círculo del artista y autorretratos.
Chuck Close essu mayorrepresentante,se retrata a sí mismo y a amigos a tamaño superior al natural,
utilizando un sistema de retícula; son rostros que miran al espectador sin ningún tipo de emoción ni
movimiento. También al suizo Franz Gertsch, que trabaja aislado de sus colegas norteamericanos, le
atrajo el género del retrato. Junto al británico John Salt, son los únicos hiperrealistas de la primera
generación no estadounidenses, aunque Saltse traslada en los años 1960 a Nueva York. Porsu origen
y por la elección de motivos ambos contribuyeron a la internacionalización del movimiento,
característica que marcará el desarrollo de la segunda generación de pintores hiperrealistas, junto a la
introducción de algunasinnovacionestecnológicas y compositivas.
De lo personal al anonimato, paisajes urbanos de gran formato
Atraídos igualmente por plasmar la realidad cotidiana, los artistas de la segunda generación hiperrealista, que trabaja en los años 1980 y 1990, muestran un mayorinterés portrasladar al lienzo las fotografías con el máximo rigor en los detalles, incorporando a su trabajo las enormes posibilidades que les brindan las nuevas tecnologías digitales y fotográficas. Se alejan de lo pequeño y se centran en paisajes urbanos de
grandes dimensiones, uno de sus temas preferidos y para el que utilizan con frecuencia el formato panorámico. El italiano Anthony Brunelli fotografía los modelos con un objetivo gran angular, uniendo después varias imágenes en el lienzo; pinta así vistas urbanas de los diversos países en los que trabaja. Robert Gnieweck se siente atraído por los paisajes urbanos principalmente al atardecer o de noche, le fascinan los espectáculos de luz nocturnos; Davis Cone lo hace con lassalas de cine, dentro y fuera de la ciudad; y el francés Bertrand Meniel, a pesar de su origen,se interesa de nuevo porlas grandes ciudades estadounidenses.
Los avances tecnológicos se notan en el resultado final de las obras, con una apariencia de mayor
nitidez y detallismo. La escasa presencia de la figura humana, característica por otro lado bastante
frecuente en el Hiperrealismo, aumenta la impresión de frialdad y distanciamiento. Rod Penner utiliza
cámaras digitales de alta resolución y Don Jacot pinta plazas y lugares urbanosfamosos porser muy concurridos, pero él los representa sin apenas presencia alguna de la figura humana.
Absoluta nitidez, mayor precisión que la del ojo humano Los artistas actuales, la tercera generación de hiperrealistas, trabajan con las cámaras digitales más modernas y consiguen llevar la pintura realista a otra dimensión, creando experiencias visuales completamente nuevas. Las imágenes digitales aportan más información que las reveladas a partir de un negativo; en particular, la nitidez de los contornos y la alta definición convierten Anthony Brunelli. El Arno al atardecer, 2007.
Roberto Bernardi se centra enbodegones, Raphaella Spence toma fotografías desde helicópteros o rascacielos, Peter Maier seinteresa fundamentalmente por la representación de superficies y Ben Johnson por las arquitecturas,realizando después numerosos dibujos con la ayuda del ordenador. La ciudad y sus habitantessiguen
centrando la atención de artistas, como el norteamericano RobertNeffson o el británico CliveHead.
FICHADE LA EXPOSICIÓN
Título:Hiperrealismo 1967‐2012
Organiza: The Institutfür Kulturaustausch (Instituto para el Intercambio Cultural de Alemania).
Sedes y fechas:Tubinga, Kunsthalle, del 8 de diciembre de 2012 al 10 de marzo de 2013; Madrid, Museo
Thyssen‐Bornemisza, del 22 de marzo al 9 de junio de 2013; Birmingham Museum & Art Gallery, del 30 de noviembre de 2013 al 30 demarzo de 2014.
Comisario:Otto Letze, director del Institutfür Kulturaustausch.
Coordinación: BlancaUría, Área de Conservación del Museo Thyssen‐Bornemisza.
Número de obras: 50
Publicaciones: catálogo, ediciones en español e inglés
INFORMACIÓNPARA ELVISITANTE
Dirección:Museo Thyssen‐Bornemisza. Paseo del Prado 8. 28014, Madrid.
Horario: de martes a domingo, de 10.00 a 19.00 horas. Sábados, de 10.00 a 21.00 horas. Último pase una
hora antes del cierre.
Tarifas:
Exposición temporal:
‐ Entrada general: 8 €
‐ Entrada reducida: 5,50 € para mayores de 65 años, pensionistas, estudiantes previa acreditación y
familias numerosas.
‐ Entrada gratuita: Menores de 12 años y ciudadanos en situación legal de desempleo.
Exposición temporal + Colección Permanente:
‐ Entrada general: 12 €
‐ Entrada reducida: 7,5 €
‐ Entrada gratuita:menores de 12 años y ciudadanos en situación legal de desempleo.
Venta anticipada de entradas en taquillas, en la web del Museo y en el 902 760 511.
Másinformación:www.museothyssen.org
Audio‐guía, disponible en variosidiomas.
INFORMACIÓNPARA PRENSA
http://www.museothyssen.org/microsites/prensa/2013/hiperrealismo/index.html