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"Si Neruda no murió de cáncer, somos un pueblo dramáticamente ingenuo"
By : UnknownMarcela Serrano
Publica 'Dulce enemiga mía' (Alfaguara).
Marcela Serrano (Santiago, 1951) se adentra en la psicología femenina enDulce enemiga mía, una recopilación de veinte relatos unidos por un finísimo hilo que conecta los Balcanes con Santiago, México con La Mancha. "Estos relatos no nacieron del intelecto", dice, y efectivamente nacen de algo más profundo, más visceral. Algo que deja ver en profundidad los miedos de estas mujeres tan diferentes y a la vez tan extrañamente similares en su fortaleza. Serrano recorre la soledad, la maternidad y el miedo al abandono, abriendo un abanico de sensaciones marcadas por una firme convicción feminista.
Pregunta.- Quiero empezar preguntándole por el título, que encierra la paradoja “Dulce enemiga”. ¿Por qué lo eligió?
Pregunta.- Elegí ese título como un homenaje a Cervantes, “dulce enemiga mía” es una de las tantas formas en que El Quijote se refiere a Dulcinea y en el relato es ella quien habla, pavoneándose frente al resto de las mujeres por su inmortalidad.
P.- En el libro aparece toda una cabalgata de personajes femeninos. ¿Se propuso tocar las más diferentes posturas y personalidades de las mujeres?
R.- La verdad es que no me propuse nada. Son sólo historias que fui escribiendo en la medida que me llegaban las diferentes imágenes, con absoluta libertad y concentración en el momento mismo. Supongo que el hilo conductor podría ser la voz femenina (aunque también hay gatos y perros) lo que no significa nada, pues siempre he usado ese punto de vista en mis narraciones.
P.- ¿Qué aspectos del universo femenino ha abordado en este libro que no hubiera tocado todavía?
R.- No lo sé. No me propuse tocar aspectos determinados. Siento que estos relatos no nacieron del intelecto y por ello no hay una intencionalidad previa.
P.- ¿Qué hilos conectan unos y otros relatos?
R.- Un cierto cinismo, una cierta oscuridad que probablemente ha estado ausente en mis novelas.
P.- En uno de los relatos toca el tema del aborto en su país. ¿Qué opina de este asunto?
R.- Ese relato al que se refiere sucede en México y aquella es la realidad mexicana, mucho más progresista que la chilena frente al tema del aborto. En Chile no hay ningún tipo de legislación, nada. Incluso se borró de la constitución la posibilidad del aborto terapéutico (que estuvo presente antes de Pinochet). Debo recordar que, junto con Irlanda, Chile fue el último país del mundo occidental en aprobar una ley de divorcio y esta sólo rige desde hace seis años. Con ese dato, imagino que una ley que permita abortar tardará mucho.
P.- ¿Goza la literatura chilena actual de buena salud?
R.- Creo que sí. Hay varios autores jóvenes y vitales, aunque debo reconocer que no los sigo mucho. Mi generación -los que empezamos a publicar a principios de los 90, con la nueva democracia- fue contundente pero luego se dispersó y pocos continuaron en el intento. Es fácil escribir en Chile en la medida en que no hay muchos padres literarios (ni hablar de madres) por lo que el parricidio no es una tarea dramática a cumplir.
P.- ¿Qué opina del caso de los restos de Pablo Neruda?
R.- Hay algo demencial tras ello. Si durante 39 años pensamos que murió de cáncer y resulta no ser así, significaría que somos un pueblo muy loco, dramáticamente ingenuo, irredimible.
Julio Cortázar, el gigante que crece en la ausencia
By : Unknown
Julio Cortázar no ha dejado de crecer. En junio de este año se celebran los cincuenta años de la aparición de su innovadora novela “Rayuela”, publicada en junio de 1963.
Cortázar sufría una extraña enfermedad que parecía inventada por él mismo: acromegalia. Y él la sobrellevó en sus sesenta y nueve años de vida: Nunca dejó de crecer. Cada año crecía tres centímetros. Su gigantismo físico coincidía con la desmesura de su corazón y su imaginación. Sin duda, un cuentista excepcional. Cada vez releo Casa tomada, Axololt o Carta a una señorita en París, para sumergirme en ese mundo que solo Cortázar pudo contar a su manera. Y vuelvo sobre Rayuela, una novela que está escrita con el pulso y el impulso de sus vísceras, para no seguir hablando de esa zona imprecisa y vaga que es el alma.
Cortázar se elevaba en lo cotidiano y nos entregaba otra dimensión de lo real, en el que son puntuales los azares y las causalidades. Fue sensible a los fenómenos sociales y políticos del continente y fue una conciencia despierta y activa ante los derechos humanos y la suerte de sus contemporáneos, bajo regímenes políticos que amenazaban con la libertad de expresión y con la vida misma.
Cuando veo sobrevivir a sus amigos más cercanos, pienso qué pensaría Cortázar del mundo que hoy vivimos, cada vez más autista, alienado, despreocupado por el destino de la humanidad en el umbral de nuevas amenazas nucleares, un mundo donde el absurdo y la irracionalidad se volvieron formas aceptadas de la cotidianidad, y qué decir de los nuevos ciudadanos que deambulan por las ciudades del planeta, cada vez más invisibles, atrapados en sus soledades individuales.
Él concibió una tribu de hombres que llamó cronopios y famas, que tanto se parecen a las criaturas vertiginosas y locas de nuestro tiempo. El mundo es cada vez menos de cronopios, esos seres ajenos al tiempo, puros y de una inocencia capaz de espantar al más ingenuo de los niños.
Cortázar hablaba de purezas espantosas como la de la mirada de los peces y los pájaros. Una pureza que atravesaba la mirada sucia de los hombres, mamíferos incapaces de santidad ni legítima inocencia.
Creo que después de muerto, a Julio Cortázar le siguen creciendo los cabellos y las uñas de sus sueños. Pero también sus historias siguen creciendo entre sus lectores.
UNA CRIATURA PERDURABLE
“Ningún otro escritor dio al juego la dignidad literaria que Cortázar, ni hizo del juego un instrumento de creación y exploración artística tan dúctil y provechoso. La obra de Cortázar abrió puertas inéditas.”
Mario Vargas Llosa
“Si no hay una voluntad de lenguaje en una novela en América Latina, para mí esa novela no existe. Yo creo que la hay en Cortázar, que para mí es casi un Bolívar de la literatura latinoamericana. Es un hombre que nos ha liberado, que nos ha dicho que se puede hacer todo.”
Carlos Fuentes
“Prosa hecha de aire, sin peso ni cuerpo pero que sopla con ímpetu y levanta en nuestras mentes bandadas de imágenes y visiones, vaso comunicante entre los ritmos callejeros de la ciudad y el soliloquio del poeta.”
Octavio Paz
“Cortázar es el mejor.”
Roberto Bolaño
“Cortázar nos ha dejado una obra tal vez inconclusa pero tan bella e indestructible como su recuerdo”:
Gabriel García Márquez
Cortázar sufría una extraña enfermedad que parecía inventada por él mismo: acromegalia. Y él la sobrellevó en sus sesenta y nueve años de vida: Nunca dejó de crecer. Cada año crecía tres centímetros. Su gigantismo físico coincidía con la desmesura de su corazón y su imaginación. Sin duda, un cuentista excepcional. Cada vez releo Casa tomada, Axololt o Carta a una señorita en París, para sumergirme en ese mundo que solo Cortázar pudo contar a su manera. Y vuelvo sobre Rayuela, una novela que está escrita con el pulso y el impulso de sus vísceras, para no seguir hablando de esa zona imprecisa y vaga que es el alma.
Cortázar se elevaba en lo cotidiano y nos entregaba otra dimensión de lo real, en el que son puntuales los azares y las causalidades. Fue sensible a los fenómenos sociales y políticos del continente y fue una conciencia despierta y activa ante los derechos humanos y la suerte de sus contemporáneos, bajo regímenes políticos que amenazaban con la libertad de expresión y con la vida misma.
Cuando veo sobrevivir a sus amigos más cercanos, pienso qué pensaría Cortázar del mundo que hoy vivimos, cada vez más autista, alienado, despreocupado por el destino de la humanidad en el umbral de nuevas amenazas nucleares, un mundo donde el absurdo y la irracionalidad se volvieron formas aceptadas de la cotidianidad, y qué decir de los nuevos ciudadanos que deambulan por las ciudades del planeta, cada vez más invisibles, atrapados en sus soledades individuales.
Él concibió una tribu de hombres que llamó cronopios y famas, que tanto se parecen a las criaturas vertiginosas y locas de nuestro tiempo. El mundo es cada vez menos de cronopios, esos seres ajenos al tiempo, puros y de una inocencia capaz de espantar al más ingenuo de los niños.
Cortázar hablaba de purezas espantosas como la de la mirada de los peces y los pájaros. Una pureza que atravesaba la mirada sucia de los hombres, mamíferos incapaces de santidad ni legítima inocencia.
Creo que después de muerto, a Julio Cortázar le siguen creciendo los cabellos y las uñas de sus sueños. Pero también sus historias siguen creciendo entre sus lectores.
UNA CRIATURA PERDURABLE
“Ningún otro escritor dio al juego la dignidad literaria que Cortázar, ni hizo del juego un instrumento de creación y exploración artística tan dúctil y provechoso. La obra de Cortázar abrió puertas inéditas.”
Mario Vargas Llosa
“Si no hay una voluntad de lenguaje en una novela en América Latina, para mí esa novela no existe. Yo creo que la hay en Cortázar, que para mí es casi un Bolívar de la literatura latinoamericana. Es un hombre que nos ha liberado, que nos ha dicho que se puede hacer todo.”
Carlos Fuentes
“Prosa hecha de aire, sin peso ni cuerpo pero que sopla con ímpetu y levanta en nuestras mentes bandadas de imágenes y visiones, vaso comunicante entre los ritmos callejeros de la ciudad y el soliloquio del poeta.”
Octavio Paz
“Cortázar es el mejor.”
Roberto Bolaño
“Cortázar nos ha dejado una obra tal vez inconclusa pero tan bella e indestructible como su recuerdo”:
Gabriel García Márquez
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Los profesionales más influyentes
By : Unknown
La Fundación El Libro se propuso rastrear a los profesionales que más nos inspiran para trabajar cada día mejor en el mundo del libro. No es una misión fácil, ya que la labor editorial suele ser de perfil bajo y la extensión del territorio que queremos abarcar dificulta descubrir a muchos talentos que, seguro, contagian su pasión por los libros a quienes tengan la suerte de tenerlos cerca.
Gracias al voto de profesionales de toda América Latina y España, este año podemos agregar veinte nombres nuevos a los “50 destacados” del 2012. Con esta publicación queremos darlos a conocer y hacer nuestro pequeño homenaje a su gran esfuerzo de todos los días. ¡Felicitaciones a todos y que sigan haciendo más y mejores libros!
Destacados del 2013
- Jaime Abello Banfi, Fundación Nuevo Periodismo, Colombia
- Jesús Chico García, Artemis - Edinter, Guatemala
- Luis Chitarroni, La Bestia Equilátera, Argentina
- Javier Cortés, Federación de Gremios de Editores de España, España
- Roberto Igarza, asesor independiente, Argentina
- Daniel Goldin, Biblioteca Nacional Vasconcelos, México
- Manuel Gil, Antinomias Libros, España
- Francisco Goldman, asesor independiente, Estados Unidos
- Daniel Jiménez Quiroz, Festival Entreviñetas, Colombia
- Octavio Kulesz, Editorial Teseo, Argentina
- Moisés Melo, asesor independiente, Colombia
- Valerie Miles, Granta en Español, España
- Ulises Milla, Ediciones Puntocero, Venezuela
- Eduardo Rabasa, Sexto Piso Editorial, México
- Matías Rivas, EdicionesUDP, Chile
- Julián Rodríguez, Periférica, España
- Juan Carlos Sáez, Asociación de Editores Independientes de Chile, Chile
- Angela Signes, Conabip, Argentina
- Alejandro Valles Santo Tomás, Fondo de Cultura Económica, México
- Gabriel Zaid, Editorial Jus, México
Listado completo de los destacados
El orden que usamos es alfabético por apellido, junto a cada participante se menciona el lugar de trabajo y el país de residencia actual.
Alemania: Marifé Boix García(Feria del Libro de Frankfurt), Michi Strausfeld (Editorial Fischer)
Argentina: Jorge Álvarez (Editorial Jorge Álvarez), Pablo Braun (Filba - Festival de Literatura de Buenos Aires), Ana María Cabanellas (Claridad y Heliasta), Hernán Casciari (Editorial Orsai), Luis Chitarroni (La Bestia Equilátera), Nicolás Costa (International Editors), Leandro de Sagastizábal (Tinta Fresca), Alberto Díaz (Emecé), Daniel Divinsky (Ediciones de la Flor), Mempo Giardinelli (Fundación Mempo Giardinelli), Roberto Igarza (asesor independiente), Alejandro Katz (Katz Editores), Octavio Kulesz (Editorial Teseo), Gloria Rodrigué (Edhasa), Guillermo Schavelzon (Schavelzon Agencia Literaria), Angela Signes (Conabip)
Chile: Arturo Infante (Cámara Chilena del Libro), Matías Rivas (EdicionesUDP), Juan Carlos Sáez (Asociación de Editores Independientes de Chile), José Manuel Zañartu (Editorial Zigzag)
Colombia: Jaime Abello Banfi (Fundación Nuevo Periodismo), Ana Roda (Biblioteca Nacional), Cristina Fuentes (Hay Festival Cartagena - Colombia/Londres), Daniel Jiménez Quiroz (Festival Entreviñetas), Moisés Melo (asesor independiente), Fernando Zapata (Cerlalc)
España: Horacio Amorrortu (Amorrortu -España/Argentina), Antonio María Ávila (Federación de Gremios de Editores de España), Carmen Balcells (Agencia Carmen Balcells), Alberto Borrás (Pre-Textos), Mercedes Casanovas (Agencia Literaria Mercedes Casanova), Javier Cortés (Federación de Gremios de Editores de España), Juan Cruz Ruiz (El País -crítico literario), Beatriz de Moura (Tusquets), Pedro del Carril (Salamandra), Ignacio Echevarría (Crítico literario), Ofelia Grande (Siruela), Paco Goyanes (Librería Cálamo), Jorge Herralde (Anagrama), Claudio López Lamadrid (Mondadori), Valerie Miles (Granta en Español), Francisco "Paco" Porrúa (Editorial Minotauro), Pilar Reyes (Alfaguara - España/Colombia), Julián Rodríguez (Periférica), Jacobo Siruela (Atalanta), Jaume Vallcorba (Acantilado)
Estados Unidos: Patricia Arancibia (Barnes & Noble/Nook), Hortensia Calvo (Tulane University), Linda Goodman (The Bilingual Publications), Adán Griego (Stanford University), Teresa Mlawer (Lectorum Publications), Pedro Huerta (Amazon LatinAmerica)
Guatemala: Jesús Chico García (Artemis - Edinter)
México: Christopher Dominguez-Michael (Crítico literario), Daniel Goldin (Biblioteca Nacional Vasconcelos), Tomás Granados Salinas (Fondo de Cultura Económica), Jaime Labastida (Siglo XXI), Ricardo Nudelman (Fondo de Cultura Económica), Eduardo Rabasa (Sexto Piso Editorial), Consuelo Sáizar (Conaculta), Marcelo Uribe (Era), Alejandro Valles Santo Tomás (Fondo de Cultura Económica), Gabriel Zaid (Editorial Jus)
Uruguay: László Erdélyi (El País - crítico literario), Alvaro Risso (Linardi y Risso)
Venezuela: Ulises Milla (Ediciones Puntocero)